martes, 22 de junio de 2010

Aquí, tumbao, pensando en cosas -reflexiones-

Creo que en niveles de mínima formación de esa, necesaria para no ir por la vida de desnarigado y truhán, ya nadie duda que somos materia de estrellas: una orgía de átomos de toda clase de minerales, dispuestos de tal manera que todos juntos son un señor que se llama Jesús o una señora llamada Violeta.

Prácticamente las mismas composiciones atómicas, al tener diferentes disposiciones,con una pequeña ayudita genética se consigue que Jesús pueda ser Jesús y no el Aconcagua o un coral.

También es archisabido que somos materia estelar, cuya energía se transforma, proviniente toda ella de la gran explosión inicial: la que dio existencia al cosmos: a las galaxias y estrellas, púlsares, quasares... y también la que dio existencia a la vida.

Somos restos de estrellas que han cobrado vida y son conscientes de lo que son. Residuos de materia cósmica que sabe más o menos dónde está, desde cuándo y porqué, y que cada vez conoce mejor lo que le rodea.

En contra de lo que creo más que probable, me apetece hoy pensar que fuésemos el único planeta del Universo que alberga vida autoconsciente. Seríamos, entonces, algo así como la mente del Universo.

Demasiada grandeza interestelar para que su mente sea la de una especie que eleva al poder a gente como Hitler, la de gente que somete, maltrata, mata, viola, asesina, engaña, abusa...

Me he distraído un instante y he imaginado que todas esas estrellas, gigantes rojas, han cogido ese color al sentirse terriblemente avergonzadas al descubrir el comportamiento errático, caótico, nada cósmico, del Universo cuando cobra vida e inteligencia.

Para mí que están preparando un caldito de algas azules en cualquier otro lugar, en cualquier otra galaxia, a ver si, tras un largo proceso de evolución, les salen unos autoconscientes más apañados.

3 comentarios:

  1. Si toda la conciencia del Universo fuera el balance de la que tiene la humanidad entera, diríamos que es un poco retrasado mental.

    ¿No prefieres pensar que la conciencia que apenas vislumbramos ha de ser mucho más amplia, infinita incluso?

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  2. Hola, Pazzap, gracias por leerme y por tus comentarios. Respecto a lo que me planteas, pues no sé. La verdad es que solo sé de fantasear, y son cosas que me vienen y tal cual las suelto y luego se me olvida.

    En verdad creo que lo más probable es que haya vida en otros lugares, que eso de ahí afuera es muy grande, que alberga una locura inimaginable de estrellas en las que se pueden der sistemas planetarios en los que pueda surgir vida, como en el nuestro y, quiza, que esa vida sea autoconsciente.

    Mi ensoñación reflexiva vino a cuenta de un texto que leí a Carl Sagan y decía que "el ser humano es un medio del universo para tomar consciencia de sí mismo".

    Pensé que se avergonzaría. De hecho lo hace: soy universo autoconsciente y me avergüenzo de mi especie; ergo, el universoo se avergüenza de sí mismo. Si lo piensas, es irrebatible.

    Pero sí, creo que no es improbable que haya otra forma de autoconsciencia universal, pero tampoo pienso demasiado en ello, que suelo andar muy liado con la historia.

    Un abrazo.

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