martes, 8 de marzo de 2011

Anda que...

Andaba yo cavilando acerca de que mi mayor alegria de este año ha sido descubrir fotuitamente que Bertrand Russell era ahijado de John Stuart Mill. Bueno, seguro que antes lo habria leído por ahí pero eso sucedió mucho antes de que yo supiese quién es John Stuart Mill, su biografia, su esposa, su hijastra Helen con quien compuso un ensayo que debe leer y asimilar todo aquel que aspire a ser un biennacido. No pongo el nombre del libro: es tan imprescindibe que merece el esfuercito investigar, de buscarlo.

Pues vaya alegria chusca, ¿no?

Yo es que me alegro con nada y a veces lo que para otros ese "nada" puede parecer poco, a mi puede parecerme otra cosa distinta, mas gordota, mas sabrosa. Y me encanta que ya no me dé vergüenza.

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